
La BEA defina como incidente grave lo
sucedido en el vuelo de Barcelona a París del 19 de febrero.
A una altitud de 5500 pies y una
velocidad de descenso de unos 100 pies por minuto, a una velocidad de
220 nudos, el copiloto observo un drone a sus once horas. Se
desconecto el piloto automático y se efectuó una maniobra además
de informar al comandante de la presencia de un drone.
Las esquivar la aeronave sin piloto, la
tripulación informo al control aéreo de la presencia del aparato,
reactivo el piloto automático y retomó la maniobra de aproximación.